Cuando hablamos de planta hotelera en Ecuador, muchas veces pensamos en grandes resorts o hoteles de lujo. Sin embargo, la columna vertebral del alojamiento en el país son los hoteles de 2 y 3 estrellas, donde se concentra buena parte de los viajes de trabajo, capacitaciones y giras comerciales. Para las empresas, entender qué ofrecen estas categorías y cómo varían según el destino es clave para optimizar el presupuesto sin sacrificar seguridad ni comodidad.

En ciudades como Guayaquil y Manta, puertos estratégicos y nodos logísticos del país, los hoteles de 2 y 3 estrellas se caracterizan por su ubicación táctica: cercanía a aeropuertos, terminales terrestres, zonas industriales y centros de convenciones. Suelen ofrecer wifi estable, desayuno temprano, salas pequeñas para reuniones, convenios con taxis o traslados y políticas de check-in/check-out flexibles, muy valoradas por equipos comerciales que viajan con agendas ajustadas.

Cuenca, por su parte, combina el perfil corporativo con el turismo cultural. Muchos de sus hoteles de 2 y 3 estrellas funcionan en casonas patrimoniales del centro histórico, con ambientes más tranquilos y atención personalizada. Para misiones de trabajo en Azuay y provincias cercanas, estas propiedades ofrecen una buena relación calidad-precio, con el plus de entornos más silenciosos que favorecen el descanso después de un día de reuniones.

En Archidona, puerta de entrada a la Amazonía, la oferta de alojamiento de estas categorías se mezcla con hosterías y lodges orientados al ecoturismo y al turismo comunitario. Cada vez más empresas eligen este destino para retiros de equipo, actividades de integración y programas de responsabilidad social. Aquí, además de los servicios básicos de hotelería, cobran relevancia aspectos como la gestión ambiental, el vínculo con comunidades locales y las actividades en naturaleza.

A la hora de reservar para un cliente corporativo en cualquiera de estos destinos, es recomendable fijarse en:

  • Ubicación: tiempos reales de traslado al lugar de trabajo, aeropuerto o zonas industriales.
  • Conectividad: calidad del wifi, espacios adecuados para trabajar (escritorio, enchufes, luminaria).
  • Seguridad: zona, accesos controlados, caja fuerte, protocolos de emergencias.
  • Servicios para empresas: facturación electrónica ágil, salas de reuniones, coffee breaks, room service o restaurante con horarios ampliados.
  • Políticas de cambios y cancelación: flexibilidad ante reprogramaciones frecuentes en el mundo corporativo.
  • Reputación online: puntuaciones consistentes en OTAs y comentarios de otros viajeros de negocios.

Desde DEMA Gestores Hoteleros, acompañamos a las empresas a diseñar políticas de viaje y criterios de selección de hoteles que equilibren costo, confort y seguridad. Elegir bien un hotel de 2 o 3 estrellas no solo cuida el presupuesto de tu empresa: también impacta en el bienestar y productividad de los colaboradores durante sus desplazamientos laborales.

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