¡Desconectar perdiéndote en la naturaleza!

En la industria turística, trabajar mientras otros descansan es la norma. Si estás en hotelería, gastronomía o turismo, sabes que los horarios de descanso no siempre se alinean con el fin de semana y que atender a todo tipo de clientes (¡desde los súper amables hasta los que parecen haber desayunado carne de tigre!) es agotador. Y así agotado/a no puedes mantener la calma, la creatividad y la energía en un trabajo que nunca descansa.

Un informe de la La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca que la sobrecarga laboral de los trabajadores del sector es alarmante. Además, muchos trabajadores tienen un 45% más de probabilidad de reportar síntomas de ansiedad y agotamiento en comparación con otros sectores, sobre todo en las temporadas altas como son estas de navidad, fin de año y año nuevo.

Uno de estos fines de semana me tomé el tiempo para desconectar del trabajo y salir a caminar por la naturaleza, rodearme de árboles, respirar aire fresco y olvidarme de los edificios grises, no solo fue un buen plan; ¡fue una necesidad! Resulta que la naturaleza no solo nos da buenos escenarios para fotos (como las podrás ver), sino que, según estudios, estimula la liberación de endorfinas y serotonina (las famosas hormonas de la felicidad). Con esto, nuestra mente se relaja, se descomprime y, de pronto, pensamos con más claridad. Un par de horas en la montaña o en un bosque puede hacer maravillas para el ánimo, el cuerpo y hasta la creatividad. Tanto así que debía escribirlo en este blog.

¿Y qué pasa en nuestro cerebro cuando nos vamos a la montaña?

Según el psicólogo ambiental Stephen Kaplan, pasar tiempo en la naturaleza restaura lo que llama «atención dirigida» y da paso a la «atención suave». Básicamente, estar en la naturaleza permite que nuestro cerebro se relaje y procese información sin estar en modo «alerta». En cambio, Richard Louv, autor de Last Child in the Woods, sostienen que estar en contacto con la naturaleza reduce el estrés y mejora el bienestar general. Así que, si bien un rato al aire libre parece simple, en realidad es un reseteo de nuestra mente.

Me gusta recomendar lo que a mí me funciona, y caminar en la montaña para mí es medicina y me funciona bien para conectarme mejor con mi trabajo. Te comparto un collage de fotos que tomamos, como un recordatorio de lo bien que hace la naturaleza, tanto al cuerpo como a nuestra inquieta mente.

Anímate a dar una vuelta por la naruraleza 🙂

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